Crucero del Amor

Bueno, por fin he vuelto de mi crucero. Para vosotros no habrá sido más que ocho días sin mí (os habrá resultado poco 😉 ) pero para mí ha sido una matada bastante interesante… He disfrutado, por supuesto que he disfrutado, pero tener que levantarse algún día a las 6 para estar a las 6:45 desayunando, ya disfrazado y desde ese momento animando a las familias… Pues la verdad que es agotador, y más cuando hasta la 1 de la madrugada apenas he podido descansar una hora larga.

No sé, el trabajo de animación que he realizado yo lo definiría en tres palabras… Saturante, elitista y sentimental. Saturante por lo que ya he dicho, vivir el día entero siendo bronce y siempre con una considerable cantidad de niños alrededor no es que esté mal pero sí agota. Ha sido elitista porque las familias que han venido por lo general eran personas muy acostumbradas a que todo el mundo esté pendiente de ellos y no valoraban apenas nuestra labor, también lo era porque mientras hacíamos cosas en el crucero y se nos acercaban niños preguntando si podían jugar se les decía que no «porque eramos un grupo privado», esto pasaba también cuando les dabamos regalos, que solo había para nuestros niños y siempre había media docena de chavales que nos miraba con pena porque ellos no tenían y que a mí me jodía bastante pues aunque ellos han pagado por ello, a Imaginarium tampoco le va mal algo de buena publicidad y tener 3 o 4 regalos de sobra para dar de vez en cuando a gentecilla no es algo descabellado… Finalmente opino que es emotivo, o lo que sea, porque realmente las actividades que se realizan están todas (o casi todas) volcadas a que los niños vivan una experiencia mágica, que realmente piensen que están salvando los juegos, que pasen unos días bonitos con sus padres… Muchas veces pecábamos de «guardería» y nos padres se desentendían de los chicos pero generalmente las cosas se hacían en familia. (Atención, el párrafo que sigue es una «anécdota», repito, una ANÉCDOTA. Si alguien lo lee y luego me dice que me enroyo será bajo su entera responsabilidad)

Una de estas cosas emotivas es cuando en la reunión del primer día aparece mi jefe, vestido de griego, y dice: «a ver niños, ¿gracias a quien estamos en este crucero?» y yo que pienso: «no será tan cutre de decir imaginarium, ¿no? O lo mismo quiere que digan «oro, plata y bronce» (nosotros) o «amanda troup» los que se supone que les enviaban a la misión». Y mientras yo pensaba esto algún niño realmente contestaba eso, pero alguno gritó «¡a papá y a mamá!» y joder, con dos cojones va mi jefe y dice: «¡muy bien! Gracias a papá y a mamá, así que ahora levantaros todos e ir a darles un fuerte abrazo y un beso super grande» y yo me quedé como… O my lol! que tío más grande…

Bien, pues eso… He aprendido bastantes cosas de los otros dos animadores pero la verdad es que tampoco ha sido nada escandaloso… Lo he ido comparando con chamis y ciertamente si ellos son profesionales y de los buenos, entonces los monitores de chamis podemos estar contentos porque la mayoría estamos a su nivel, y aunque alguno por encima y algún otro por debajo, y eso supongo que es una buena señal 🙂

En cuanto al viaje… No me puedo quejar, he visto sitios preciosos y he disfrutado de restaurantes que probablemente si fuera yo solo no comería allí ni de coña (por el precio, me refiero). Sin embargo muchas visitas bonitas me las he perdido por ir de animación o tener que quedrme con los niños… No pude subir a la acrópolis y la vi sólo desde abajo, tampoco visité Olimpia ni su museo, el puente de mandos del crucero y alguna que otra cosa que ahora mismo no recuerdo. Entre los sitios en los que he estado destaco, como siempre, a Venecia (preciosa y más esta vez que fuimos con un guía de verdad y callejeamos bastante), a una playa volcánica en Santorini (con arena negra!, aunque no me pude bañar porque estaba con niños), la ciudad amurallada de Dubrovnik (una jodida preciosidad que recomiendo visitar a todo el mundo), y el restaurante de Corfú (situado en un cabo que te permitía ver la ciudad antigua, una fortaleza, el mar y sus varias islas y además una comida muy rica con un espectáculo).

Para finalizar comentar que el crucero en sí mismo era bastante desagradable.. Había más de 2.500 personas, los camareros eran unos bordes y apenas había cosas que hacer en el barco pues estar todo el día tomando copas, o en una piscina llena de sida o en un casino no es lo más divertido del mundo.. Había una canasta de basquet pero no era suficiente… Y porque nosotros ibamos en grupo y cuidabamos de los niños.. pero imaginaros ir solos, pues un tostón absoluto, y ya si tienes qe cuidar y entretener a los peques… Pa eso te quedas en casa XD Pero bueno, lo interesante de ir en crucero no es el propio crucero si no la oportunidad que te da de despertarte cada día en un lugar diferente.

Pues eso ha sido todo… Nos vemos y ya espero que sin parar pues de aquí no creo k me mueva hasta dentro de un tiempo. Un saludo!

~ por zarkaslog en 26 agosto, 2008.